lunes, 23 de septiembre de 2013

Cultivos intermedios



Una muestra más de las posibilidades que nos ofrecen los recursos naturales, la explotación sostenible de los mismos y su sostenibilidad en el tiempo. Hablamos de la siembra intermedia para la mejora de los cultivos del suelo, dejar que la naturaleza trabaje, en algunos casos mediante una cubierta vegetal permanente, y que las plantas mejoren la estructura del suelo, está permitiendo a muchas explotaciones sacar provecho de los ecosistemas naturales con prácticas sostenibles y además reducir el trabajo y el consumo energético.

El objetivo es producir más, de manera más limpia y con menos recursos. La fertilidad está relacionada con la materia orgánica, el trabajo del suelo acelera su descomposición, reduciendo el laboreo.



  • En Francia, Thomas propietario de una granja situada en Sologne, mediante el abandono del laboreo ha podido mejorar la fertilidad del suelo arenoso de sus parcelas; mantiene una cubierta vegetal permanente y deja que la naturaleza trabaje.

Las plantas mejoran la estructura del suelo, entierran los nutrientes, luchan contra los parásitos y contra las enfermedades, las leguminosas aportan nitrógeno, la cubierta limita la lixiviación, además de mejorar el drenaje y la capacidad de retención de agua.

En la superficie, las plantas están en competición por la luz, bajo la tierra, por los minerales o por el agua, y el sistema radicular busca mayor profundidad.

Realiza rotaciones de seis años, con dos cereales, cultivos intermedios leguminosas y maíz. Con todo ello los cultivos necesitan un abonado de arranque, mediante siembra y abonado simultáneos.

Con las 4 a 5 t/ha de biomasa acumuladas por los cultivos intermedios, el índice de materia orgánica ha mejorado, y la fertilidad es buena, haciendo productiva la explotación.

  • En Alemania, Paulsen un agricultor de Zollchow con una explotación de 400 ha y 300 vacas, solo utiliza el arado para el cultivo de la remolacha azucarera. Su sistema de trabajo se apoya por completo en la siembra con cubierta y los cultivos intermedios.

Sus parcelas reverdecen a finales de octubre con girasoles, lino, facelia, rábano, altramuz y raigrás inglés. Ya cosechó el centeno a comienzos de agosto. En noviembre, un rebaño de ovejas vendrá a pacer en la parcela. En primavera segará la biomasa y sembrará el maíz. Para su trigo de invierno, practica la siembra directa con cubierta a base de una mezcla de raigrás italiano, arveja de invierno y trébol encarnado. Tras la cosecha de trigo, realiza una primera siega en otoño de 10 t/ha de materia fresca destinada al ensilado. La segunda siega la lleva a cabo un poco antes de la siembra del maíz, con un rendimiento similar.

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